“Cuando se pierde el respeto dentro de la casa, comienza el camino de la violencia”
María Elena Delgado ha perdido a tres hijos: Erasmo, Norka y Wilmer, entre 1999 y 2008
Recuerdo a mis hijos todos los días. Preparo la misma cantidad de arepas que hacía cuando estaban vivos. No me he ido de casa porque cada vez que cruzo la puerta de entrada, me acuerdo del día en que me mataron a cada uno. Es más difícil llevar el luto así, pero lo peor es pensar que uno tuvo a sus hijos en un sitio, los vio crecer allí, los vio morir allí, y luego te tienes que resignar a irte sin ayudar a la comunidad para que eso no les pase a otros muchachos del barrio. Eso es lo más difícil de todo. Por eso me quedé, para que los muchachos que están vivos no terminen como mis hijos. No le echo la culpa a nadie, pero algunas madres no estamos educadas para serlo, porque no sabemos darle la formación necesaria a nuestros hijos. Uno no puede complacer a un hijo que te grita. Cuando se pierde el respeto dentro de la casa, comienza el camino de la violencia.
Fotografía: Liliana de la Cruz